Allí regentó la cátedra de Gramática y la pro secretaría en 1811;
después de optar el grado de Dr. en Teología en 1812 en la Universidad
del Cuzco, asumió la cátedra de Filosofía y Matemáticas en 1815; y tras
ser investido con el presbiterato en 1819, la cátedra de Teología y el
vicerrectorado. Optó por separarse del seminario en 1823 y retornó a
Tacna. Elegido diputado por su provincia natal en 1826 y 1827, se
traslado a Lima. En 1834 retornó una vez más a Tacna, donde se opuso a las pretensiones del presidente de Bolivia sobre aquella provincia, y bastó su palabra para mantener bajo las jurisdicción peruana.
No obstante, se le encargó la dirección de la Biblioteca Nacional durante la Confederación Perú-Boliviana en diciembre de 1836; y aunque renunció a ella a principios de 1838, para integrarse al seno de su familia, se le consideró partidario de la confederación y fue desterrado cuando la suerte de las armas puso término a ese ensayo político.
Sus Obras.-
• Defensa de la autoridad de los gobiernos contra las pretensiones de la curia romana (6 vols. 1848-1849).
• Los jesuitas presentados en cuadros históricos (4 vols. 1863).
En atención a la complejidad de las materias tratadas y a su insoslayable densidad, también dio a la publicidad compendios de cada una de esas obras. Y para la enseñanza del pueblo publicó:
• Catecismo patriótico (1858).
• Opúsculos sociales y políticos.
Volvió al cabo de pocos meses, pero se mantuvo en el retiro hasta 1845, y, nuevamente nombrado por el presidente Ramón Castilla, asumió la dirección de la Biblioteca Nacional, en la cual permaneció a lo largo de tres décadas, hasta su muerte.






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